domingo, 29 de enero de 2012

Capítulo 8

Llegando al puente se encontró a un gato con una patita herida y quiso ayudarlo pero el gato era arisco y no se dejó entonces tuvo que dejarlo allí con la pata casi partida.
Al llegar al puente no se podía creer lo que estaba viendo , allí estaba Mario y Marcos , los dos estaban en una disputa sin fin , sin fin hasta que la vieron aparecer. Los dos en el acto pararon y solo tuvieron ojos para ella.
- ¿ Qué hacéis los dos aquí? ¿ y por qué peleáis?- dijo entre malhumorada y perpleja-.
Ellos solo sabían hablar a la vez y sin explicar nada en concreto. Pero al final fue Mario quien habló.
- te va a hacer daño , mucho daño. No sé explicarte el porque pero veo algo en el que no me da buena espina.
- ¿Pero que dices de daño Mario? ¿ Quién te manda a meterte en mi vida después de todo lo que me haces?- A ella le dolía mucho decirle eso a su mejor amigo pero era verdad que sentía ira por lo que a veces hacía contra ella sin venirle a cuento, si Marcos le convenía era cosa suya y de nadie más.
- Ya se que te molestan miles de cosas mías pero enserio hazme caso por esta vez , no te fíes de el. Ví que te dio las flores y por eso vine siguiéndole porque no me fiaba.
- La que no se fía ya de ti soy yo , porque me lo estas poniendo muy difícil como para hacerlo.
- Lo siento deberás , espero que estés bien y no te haga daño este tipo.
Mario se fue con preocupación en los ojos, Sam se sentía mal por lo que había hecho pero era verdad que ya Mario se merecía una regañina porque últimamente estaba haciendo las cosas fuera de lugar, no podía pasarse mas de la raya.
Marcos se quedó mirando a Mario con suspicacia, y Sam veía que ni Mario se fiaba de Marcos ni Marcos de Mario. Esto iba a ser un duelo duro. Sam al ver que Marcos no pronunciaba palabra hablo ella.
- ¿ Cómo es que me mandaste las flores si se supone que yo no soy para ti?
- Porque hace días que solo pienso en ti, se que no eres para mi o mas bien yo no soy para ti como ha dicho Mario, no es tampoco de esa manera. No voy a hacerte daño pero creo que somos muy distintos y no me solía gustar la gente distinta a mi, hasta que te conocí.
Sam no sabia que decir , se quedó muda y mas sabiendo que ella pensaba lo mismo pero si lo veía como el chico perfecta para ella, solo pensaba igual que el en que eran muy diferentes pero le encantaba lo que acababa de ocurrir.
El día era soleado y pensaba en que ahora mismo ya podrían estar juntos y pasear de la mano por allí, que ese podría ser su sitio , el de ellos, donde pasar los días, los meses y los años.
Pero volvió a la realidad de saber de que para que eso pasara le daba la espina de que faltaba mucho aun. Pensó en contestar aunque aun no sabia muy bien el que.
- No se que decir, la verdad es que me desconciertas porque un día dices una cosa y otro día dices otra, no quiero pensar nada definitivo porque parece que contigo nunca se sabe.
- Mejor no digas nada las cosas se verán con el tiempo y saldrán solas y tranquila que puedo ser muy lioso pero nunca pretenderé hacerte daño porque presiento que el día que te lo haga me lo estaré haciendo a mi mismo.
Marcos le dijo que la acompañaría a casa porque ya era casi de noche , ella quería negarse pero el era cabezón y no lo iba a permitir y menos sin tener cosas que hacer. Por el camino no hablaron apenas , solo charlaron
sobre asignaturas del colegio y sobre como era la ciudad de San diego , ella hubiese querido profundizar mas y sabes algo mas de el pero no quería avasallarlo a preguntas, porque era muy pronto para que se sintiera incomodo.
Cuando llegaron a la puerta el la dejo con un leve levantamiento de cabeza, despidiéndose y diciéndole que se verían mañana y ella entró por la puerta sin creerse lo que allí había esperándola.

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