Una chica con problemas... y pocas soluciones, Cada noche piensa el por qué de sus desgracias, ella es una persona un tanto especial, tiene un don puede curar a la gente con solo tocarla pero a veces eso le provoca muchos problemas porque la gente sospecha y solo tiene a una amiga en la que confía plenamente ... pero su amistad será para toda la vida cuando aparece en la vida de Sam un chico llamado Marcos y las cosas se complicaran aun mas..
sábado, 14 de enero de 2012
Capítulo 2
Algo se activó en ella , algo le hico clic en la mente, ¿ Quién era ese ser que estaba viendo tan maravilloso?, Sí, era Marcos el chico nuevo el que Lily decía que aun así Alex era mejor, no sabía lo que decía.
Era castaño tirando a rubio de ojos grises, todo en cuanto le rodeaba desapareció y solo podía tener ojos para él. Se le veía con una cara de niño bueno pero en su mirada había algo que marcaba tristeza y Sam
estaba dispuesta a saber ese sufrimiento, tan segura que pronto cambiaria todo y no sabría si decir si para mejor o para peor.
Llegó a casa y solo estaba su hermano Erik en el sofá como siempre viendo la tele , que era en lo único que se entretenía cuando no tenia a su novia dándole " mimos " que es como llamaba el acostarse con ella
porque solo hacían eso , no podía entender como podían ser tan distintos siendo hermanos . Empezó la retahíla de todos los días para ella.
- ¡Ey! Repelente, ¿Dónde vas,a estudiar más? te va a entrar algo malo eh.
- Déjame en paz Erik siempre igual , por lo menos yo me labrare un futuro cosa que tu se ve que no. Dijo furiosa.
Entre ellos siempre había una tensión que nunca se resolvía desde pequeñitos su hermano la picaba y ella lo odiaba intensamente aun que en realidad le tuviese cariño.
- Venga deja de discutir que ya sabes que como llegue mamá y nos vea se va a liar, que con lo pesada que es seguro que nos obliga el domingo a ir a misa.
- Pf si pues yo paso vaya. - Sam no sabia nunca donde meterse los domingos contad de no ir a misa, odiaba toda esa gente rezando y diciendo siempre lo mismo- Yo me escapo antes de que amanezca, aunque sea para irme al garaje.
- ja já un lugar muy cómodo dí que sí pero es cierto yo también me iría.
Al segundo estaban entrando sus padres por el umbral de la puerta dando la bienvenida, tan educados como siempre. Bueno su padre un poco menos sonriente , como siempre , era un carca. Le costaba sonreír con los tiempos que corrían.
Pusieron la mesa sin mucho que decir, más que nada porque nunca tenían mucho que contarse, se querían mucho pero había poca confianza como para contar lo que les pasaba a cada uno con sus cosas.
Cuando terminaron , recogieron y su padre se quedo con Erik hablando del partido de anoche , su madre hablando por teléfono y ella se fue a su cuarto a terminar los deberes, cuando terminó de hacerlos empezó a pensar en aquel chico
que tanto le estaba rondando en la cabeza, pensaba que tenia ya ganas de volver a verlo y saber como se llamaba y todo lo que rodeaba su mundo y pensando en él se echo en la cama y se quedó dormida hasta por la mañana.
Al día siguiente cuando llego al instituto le contó a Lily lo que le rondó toda la noche la cabeza, y Lily le dijo que fuera a por todas a por el .
- Tía el hombre de tu vida, esta ahí ya se te ha presentado , por fín porque pensaba que morías virgen. -Soltó una carcajada , pero se le veía emocionada- Enserio no pongas esa cara , que me alegro un montón.
- Oye Lily, no te digo que sea el hombre de mi vida pero te digo que algo ví en el que me encantó
- Si te creo, si se me revolvió hasta a mi el estomago cuando lo vi y mira que eso es difícil, que sabes que solo tengo ojos para Alex.
- Y dale con Alex, a ver si este chico tiene algún amiguito como el y te quito a ese macarra de la cabeza que estas chiflada. Su cara cambió de expresión cuando vio que por el final del pasillo venia aquel chico que la tenia tan cautivada.
- ¡ Mira Sam! es tu oportunidad , pregúntale como se llama , ¡CORRE!.
- Si hombre que vergüenza Lily , sabes que para los primeros contactos yo no sirvo.
- Jope tía siempre estas igual , pues ya voy yo que siempre tengo que estar ayudándote.
Sam la miró con cara de pocos amigos, pensando que era siempre ella la que la sacaba de todos los problemas. Mientras veía como se alejaba hacía el se puso nerviosa y a la vez estaba impaciente por saber su nombre y algo de él.
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