Aquella mañana se levantó como otro día cualquiera pero pensando en el examen que tenía pendiente de ética sobre las reflexiones donde se había tirado toda la noche estudiando y en el que
le había ayudado Lily , como no su amiga se lo sabia ya de memoria porque no le costaba nada prepararse los exámenes y aprobaba con sobresaliente sin esfuerzo.
Se levantó precipitada porque veía que llegaba tarde al instituto, dentro de un mes cumpliría 17 años y aun no tenia nada que le excitara aparte de su gran don del que tenia que ir escondiéndose.
Al llegar a clase Lily la estaba esperando en la puerta impaciente contándole que un niño nuevo se le Lily cruzado en el pasillo y era guapísimo pero que tampoco era su tipo ya que ella ya estaba colada por Alex
Bueno Alex no era del gusto de Sam , más bien era un tanto chulo y que jugaba con los sentimientos pero eso Lily lo veía de maravilla y ella no lo entendía lógicamente, lo suyo era mas el romanticismo y esas cosas.
- Lily enserio no se como te puede seguir gustando Alex
- Sam tu no lo entiendes tía, con él me siento en una nube aunque tu lo veas un chulo tiene su corazoncito...
- uh sí , no sigas que me derrito Lily... Jajajaja
- oye no te cachondees que voy enserio , que tu no sepas lo que es amar no es mi culpa.
- OH que golpe bajo, cuando yo encuentre un chico en condiciones ya te diré yo lo que es amar y no lo tuyo Lily.
- venga si , entremos que no sabes lo que dices y nos vamos a perder el examen. Entró con la cabeza gacha pensando si en realidad lo que decía Sam era verdad y Alex en realidad solo la quería para lo que la quería
porque si era así con el tiempo lo iba a pasar muy mal.
Sam aceptó sin rechistar y entró en clase, hizo el examen pensando que le sí salido fatal y que iba a suspender ética con nota y bastante baja.
Sam aun no sentía nada por ningún chico , no sí conocido nadie que le hiciera sentirse tal y como describía Lily aunque ese no fuera su hombre, pero sabia que algún día llegaría, lo que no sabia Sam
es que Mario iba detrás suya desde el colegio y hacia todo lo que fuese por ella , pero ella lo veía como un amigo encantador. Se encontró con el y le dijo :
- ¡oye! ¿ Qué tal te ha salido el examen de mates que tenias?
- pues la verdad es que ya sabes que soy todo un cerebrito - se hizo el gracioso que no se le daba nada mal - pero esta vez creo que solo sacaré notable
- ah solo - se rió- pues entonces vas fatal me parece eh . Dijo burlona.
- Anda ya no te cachondees de mi , acompáñame a desayunar.
Se fueron juntos a la cafetería , aquélla cafetería que tanto le encantaba a Sam , aquella camarera llamada Gari que siempre estaba tan alegre con sus cosas y en un mundo en el que ya le gustaría a ella estar.
La cafetería era aquel lugar en el que todo adolescente se querría quedar toda la mañana, y a la hora del desayuno estaba llena pero aun así Mario consiguió una mesa al lado de la ventana como a Sam le gustaba
para respirar aire fresco , porque con tanta gente y tantos olores juntos cualquiera no se agobiaba allí , y entonces apareció él.
Increible puerca :]
ResponderEliminarSigue asi $;
¡teamo <3!
tú si que eres increible, a ver que sale de esta historia jajaja.
Eliminarteamo(L)