Sam se despertó sobresaltada porque había tenido un sueño un poco raro. Había soñado que Marcos iba a buscarla en un lugar que estaba entero pintado de blanco y que ellos también iban vestidos de blanco, el le decía que ese era su lugar eternamente
y que estaba escrito que ella debería de estar allí. Sam no sabia a que venia ese sueño pero pensó que seria uno mas como los demás que no tendrían ningún significado especial.
Era Domingo y Lily la llamó diciéndole que sus padres se habían ido de viaje hasta la semana que viene y que tenia la casa sola que pensaba montar una fiesta esa misma tarde que la ayudase, Sam no le pareció buena idea , porque las ideas de Lily siempre salían mal.
Aun así Sam asistió , mintió a su madre diciéndole que iba a ir de compras y comería en el centro comercial con Mario para hablar las cosas, con lo que paso la anterior noche su madre la creyó, se fue inmediatamente para casa de Lily para ayudarla con los preparativos.
Lily la mandó a llamar a todo el mundo para informar sobre la fiesta y casi todos decidieron dejar sus planes para venir o simplemente no tenían nada mejor que hacer y también la mandó a colgar los adornos, aquello no parecía una fiesta adolescente si no un cumpleaños de una niña de 6 años.
Cuando todo estaba listo o casi, empezó a llegar gente, incluso gente que Sam no había llamado. La casa en 1 hora se lleno entera, parecía un congreso y Sam no esperaba encontrarse con quien se encontró, allí estaba Marcos.
- Hola guapa.
- ¿ No decías que no era tu tipo, entonces que haces hablándome?
- Tranquila , que no seas mi tipo no significa que no quiera ser tu amigo. -Estaba sarcástico, controlando la situación y esperando que Sam se lanzara a sus brazos suplicándole amor eterno, pero lo que no sabia es que Sam era mucho mas fuerte que todo eso-.
- No suelo ser amiga de gente tan superficial y que se cree superior a los demás. - Se estaba haciendo la dura pero sabia que por dentro deseaba decirle otra cosa-.
- No soy como crees, eso es lo que te he hecho parecer.
Sam se quedó estupefacta, no se esperaba esa contestación por parte de el , pensaba que todo lo que había estado diciéndole era verdad y se suponía que ahora estaba fingiendo personalidad, lo que le faltaba.
Se quedaron mirando un instante hasta que sonó un ruido bastante fuerte en la cocina , todo el mundo paro un momento de bailar pero cuando vieron que no era un meteorito que se estrellase sobre la tierra siguieron con lo suyo menos Sam que fue a ver lo que pasaba, Marcos se quedó donde estaba.
A Lily se le había caído la cafetera nueva de su madre, le iba a caer una buena, estaba blanca como el papel y no sabia que iba a hacer para arreglarlo. Sam intentó tranquilizarla pero no había manera, empezó a echar a todo el mundo de la casa, mirándolos todos con cara de desconcierto y incluso algunos con odio por haber interrumpido
muchas cosas bonitas. Lily estaba atacada, no paraba de un lado para otro y maldiciendo cosas en voz baja.
- Lily tranquilízate un poco, poniéndote así no solucionas nada.
- Es muy fácil decirlo Sam pero no sabes como esta mi madre con esa cafetera, me va a matar.
- Te dije que esto de la fiesta no era buena idea , pero nunca me haces caso, si te hubieses quedado quietecita.
- Solo quería pasármelo bien ¿vale?
Sam se quedo callada , sabia como era Lily y que era mejor dejar la discusión para otro momento porque si no se iba a poner peor, ayudo a Lily a recoger y ella le dijo que ya podía irse. Cuando llego a casa su madre le dijo que subiera ya a descansar que tenia mala cara y ella no puso objeción alguna.
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