miércoles, 29 de febrero de 2012

Capítulo 11

Cuando llegó allí se encontró con que no había nadie, ¿ Significaba eso que Marcos le había mentido y la había dejado tirada? no podía ser, se dijo ella. Seguramente se le hizo tarde o le pasó algo. Pero es que Sam no paraba de pensar en que con el interés que tenia él por teléfono
como ahora podía llegar tarde a esa cita. Sería cosa del destino o simplemente que solo intentaba jugar con ella. Pero entonces se escuchó algo detrás de ella y sintió como la cogian por detrás y tenia la sensación de que se sumía en un profundo sueño. Cuando se despertó no sabía donde estaba
Hasta que vio esos profundos ojos grises que tanto la hipnotizaban y la dejaban en blanco. Pero a la vez sintió terror. ¿ Por qué le había hecho eso ese terrible desconocido ? desconocido pero Sam a la vez sentía que eran el uno para el otro , que era inevitable que estuvieran juntos. Pero el miedo
le dijo que no debería fiarse de él después de eso. Entonces él habló.
- Siento todo esto, pero es necesario para tu propia seguridad.
- ¿ De qué me estas hablando? ¿ Por qué me has traído aquí? ¿ Crees que después de esto puedo fiarme de ti?
- Es que quiero que sepas la verdad sobre mí, pero también corría el riesgo de que mientras te lo contase salieses corriendo y se lo contases a medio pueblo y eso no podría permitirlo, ¿ Entiendes?
- ¿ Crees que soy así?
- Cielo ni tu misma sabes como va a actuar tu mente frente al miedo.
- Quizás tengas razón, pero ¿y si ahora no quiero saber tu verdad?
- Entonces será toda una pena , pero te llevare a tu casa y no volverás a saber nada de mi. ¿ Quieres eso?
Sam sabía que debía decirle que no , porque no podía desperdiciar esa oportunidad de saber todo sobre él y más aún el porque de contárselo a ella. Así que solo tenía una opción o todo o nada y ella decidió el todo.
- No, realmente no quiero eso. Quiero saber la verdad.
Marcos sabía que ella iba a responder eso, veía en sus ojos que aun que ella no lo supiera ya había un gran sentimiento hacía él dentro de ella.
- Bien... Pues prepárate para escuchar y solo te pido una cosa, no hables hasta que termine por favor.
- Está bien, lo intentare. -Dijo con un tono pícaro.-
Sam le dedicó una media sonrisa, pero al momento a Sam se le heló la sangre con al fría mirada que mostraban los ojos de Marcos.
- Hace mucho tiempo, hace siglos Sam, mi familia pasó por un trago muy malo, Mi tatarabuela conoció a un hombre muy extraño, un hombre que le cambió la vida por completo. él era un vampiro.
Sam no podía creerse lo que estaba escuchando. ¿ Un vampiro? quería decir que por esa regla de tres ¿ Marcos también lo era?, Dejo de pensar en ello para seguir escuchando la historia de Marcos.
%AB Y entonces ocurrió Sam. Mi abuela estuvo un tiempo sin saberlo, sabía que el no era como los demás que tenia algo extraño pero no sabía el que hasta que un día mi tatarabuelo decidió hacer lo mismo que yo estoy haciendo ahora contigo.
Contarlo todo. Y así fue, y ella lo acepto de buena gana, maldito el día en que lo hizo pero bueno ahora no estaría yo aquí o no seria el mismo o peor aún podría no haberte conocido. Cuando pasaron unos años mi abuela pensó que antes de tener hijos ella quería ser como el porque
no quería morir y que el siguiera vagabundeando por ahí . Él al principio no quería pero al final también pensó que no quería seguir el resto de sus siglos sin ella. Y lo hizo, le extrajo su vida para dejarla con la de un monstruo, porque al fin y al cabo es lo que somos Sam unos monstruos.
Y así tuvieron a mis abuelos y mis abuelos a mis padres. Pero a partir de mis padres la cosa cambió. Mi padre tenia la misma opinión que yo , que no quería esta vida para nadie mas de la familia entonces pensó en hacer lo mismo pero sin convertir en su mujer en vampiro.
Mi madre sufrió mucho porque para tenerme a mí tuvo que hacer muchos esfuerzos, no era cosa fácil. ¿ Entiendes por qué no?
- Más o menos, porque ¿No sería lo mismo tener un hijo con un humano que con una persona así no?
- Exacto. Mi madre murió justo al nacer yo, Mi padre dice que fue muy duro pero que gracias a eso yo no salí igual que él , pero tampoco he salido humano del todo. Tengo el poder de matar con la mirada si quiero y de teletransportarme. Al principio me costó aceptarlo, es más mi padre aún no sabía que es lo que podía haber salido de mi madre y de él.
Hasta que un día con seis años , un amigo vino a casa y jugando me enfadé y ocurrió y desde entonces nada a sido lo mismo para mí. Mi padre me enseño a controlar y a usar bien ese poder o mejor dicho intentar usarlo lo menos posible.
- Increíble. Entonces eres... ¿ Se puede decir que eres un semivampiro o algo así?
- Si algo así. - dijo con una sonrisa-.
- Aún no me lo creo, pero no salgo corriendo porque yo también tengo lo mío. Pero creo que tu ya te has dado cuenta de ello ¿ no?
- Bueno sí , creo que de eso también debemos de hablar.
Se miraron con una complicidad inmesa , sostuvieron la mirada un rato hasta que el móvil de Sam sonó.

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